Fundación independiente de voluntariado en Salasaca, Ecuador, desde 1997
UN DÍA EN EL PROGRAMA DE VOLUNTARIADO
Un día normal en Salasaca comienza a las 7.30 - 8 am con los voluntarios preparándose su desayuno. Por las mañanas, hay cinco opciones: jardín, limpiar, ir al mercado, preparar clases de inglés o construcción. El jardín se trabaja tres días a la semana. Es importante que los voluntarios se levanten temprano porque a las 9 - 10 am el sol pega muy fuerte. Limpiar la casa es un día a la semana y suele ser jueves o viernes (este día puedes levantarte más tarde). Los lunes o domingos, los voluntarios van al mercado “Mayorista” de Ambato para comprar las frutas y verduras de la semana.
Mientras unos voluntarios se encargan de cocinar para la comida, otros preparan las clases de inglés de la tarde. A las 1.30 pm se come.
Las clases de inglés son en el centro. Algunos voluntarios van caminando y salen de Pachamama a las 2.15 pm, pero otros van en camioneta y salen a las 2.30 pm. La camioneta cuesta $0.25 por persona.
Las clases de inglés son de lunes a jueves y duran 4 horas. Los niños y adultos se dividen por horas y niveles. Es muy gratificante el interés y simpatía de todos los alumnos. Con los más pequeños, los voluntarios hacen clases dinámicas y juegos y con los adultos se debaten temas de actualidad, se habla sobre sus intereses y curiosidades.
A las 7 pm las clases se terminan. El jueves los adultos barren la clase para que el espacio quede limpio. Luego, los voluntarios van al supermercado a comprar algo si es necesario y regresan a Pachamama en camioneta.
Cuando hay cuatro o más voluntarios, dos voluntarios van a Pachamama a las 6 pm para empezar a cocinar la cena. La cena está lista para cuando los demás voluntarios llegan de las clases de inglés, si no es así al acabar las clases los voluntarios cocinan la cena y cenan. Los viernes por la tarde son libres porque no hay clases de inglés.
Para terminar el día, los voluntarios suelen disfrutar de tiempo juntos. Les gusta encender la chimenea, descansar en la hamaca, jugar a las cartas o ver una película.
A los voluntarios les encanta cocinar juntos, hacer postres y pan. También aprovechan para organizar viajes juntos para el fin de semana.
